Géiseres del Tatio: turística trampa mortal
"Antes de empezar el recorrido quiero pedirles a los adultos que mantengan a sus niños tomados de la mano y si veo que alguno de ustedes los suelta... se acaba el tour de manera inmediata". Así comienza su explicación el guía Danilo Vidal (28), quien trabaja para la empresa Desert Adventure, y realiza tours a los visitantes que llegan a los géiseres del Tatio, a 4.320 metros de altura, en la II Región.Son las 06.10 horas y la temperatura es de 12º Celsius bajo cero. Sin embargo, esto parece importarles poco a los 6 turistas que acompañan al guía, quienes partieron a las 04.00 horas desde San Pedro de Atacama, a 92 km.La explicación preventiva tiene justificación: la zona presenta más de 300 pozos activos desde donde mana agua a gran presión que se ha calentado bajo la tierra por el magma volcánico.Y el peligro es latente en los géiseres, visitados anualmente por cerca de 40 mil personas, debido a que salvo las palabras del guía, no existe ninguna advertencia que permita discriminar entre zonas seguras o peligrosas.A esto se suma que sólo se cuenta con elementos muy básicos de primeros auxilios y -ante una emergencia por quemaduras- es necesario trasladar al paciente a Calama, lo que significa casi 90 minutos de viaje por una carretera que no es precisamente de alta velocidad.En marzo de 2006 se inició la administración de los géiseres por parte de las comunidades de Caspana y Toconce que cobran una entrada que alcanza $2.500 para los chilenos y $3.500 para los visitantes extranjeros.En la zona, la administración trabaja con seis personas que operan como guardaparques que se reparten en algunos de los puntos más peligrosos.Uno de los administradores, Yerko Ansa (25), reconoce que hace falta más señalética y una mejor implementación de medidas de seguridad en los géiseres. Para lograrlo, buscan la forma de contar con personal paramédico en el recinto, y poder atender a las personas graves frente a posibles quemaduras.En 2003 se realizó una inversión de $ 24 millones con la que se habilitaron algunos senderos y se construyeron miradores.Y entre los avances, desde 2006 se cuenta con una radio para contactar de inmediato al servicio de urgencia de Calama, a 120 kilómetros, que en poco más de 90 minutos logra llegar al lugar con una de sus ambulancias, tiempo interminable para alguien con quemaduras graves.La infraestructura, la distancia y la altura pueden combinarse negativamente en el caso de sufrir una quemadura durante una visita a los géiseres, según indica la doctora Ingrid Bravo, especialista en cirugía infantil y ortopedia con mención en quemados y cirugía plástica.La profesional dice que considerando la temperatura a la que se encuentra el agua en El Tatio -que oscila entre los 78º y los 200º Celsius- el solo contacto con el agua puede generar -de forma inmediata- una quemadura mediana o profunda.Bravo indica que la distancia con el centro de urgencia más cercano, en el caso de un paciente que se ha quemado más del 50% del cuerpo, hace que se pierda la llamada "hora de oro" que corresponde a los primeros 60 minutos tras el accidente.En ese período se genera la cascada fisio-patológica que puede causar un shock hipobulémico y un shock profiláctico y llevar a la muerte del afectado.
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